Miguel Ferrer: “Estoy en una nube”
Aunque Miguel Ferrer aterrizó ayer físicamente en España, confiesa estar todavía en una nube tras proclamarse doble campeón del mundo en el Campeonato Mundial de Atletismo Master al aire libre disputado en Tampere (Finlandia) este pasado fin de semana.
El riojano cruzaba la puerta de su casa a las 2 y media de esta madrugada tras 2 horas de coche desde Tampere a Helsinki, 6 hora de vuelo hasta Madrid y 3 horas y media de nuevo de coche hasta Logroño. Le esperaban todavía levantados sus tres hijo y su mujer para darle un abrazo. Ni siquiera pudo quedarse ayer a la entrega de medallas para recibir su segundo oro porque hoy lunes tenía que estar a primera hora de la mañana en su puesto de trabajo. Y ahí, en su lugar de trabajo (SAPJE) nos ha recibido para contarnos su experiencia.
Ferrer viajaba el pasado jueves a Finlandia junto a su padre con el objetivo de conseguir metal en la prueba de Medio Maratón que se disputó ayer domingo. Como toma de contacto con el circuito del Medio Maratón, se inscribió también a la carrera de 10k, que se corría al día siguiente de su llegada a la ciudad finlandesa.
En un principio no estaba entre sus planes buscar podio en el 10k “pero me encontré tan bien pasado el kilómetro 5, que vi posibilidades de acabar entre los primeros.” El recorrido no era el ideal para una prueba de este tipo “creo que es la carrera en ruta de 10k más dura que he corrido en mi vida, con unos repechos durísimos en curva, suelo de gravilla que parecía que estaba corriendo por la Grajera y un viento fuerte que venía por todos los lados porque era una zona sin apenas viviendas y las que había eran bajas.” Ferrer completaba el grupo de cabeza de la carrera junto a dos finlandeses de categoría M35 “el que ganó se nos fue y yo me quedé con el otro finlandés. A falta de dos kilómetros empecé a sufrir muchísimo y además por detrás venía un grupo de 6 corredores entre los que estaban Miguel del Pozo, español que competía también en M40. Llegué a meta exhausto. Estaba tan cansado, que le dije a mi padre que nos volvíamos a España, que no podía correr la media maratón.” El riojano era tercero de la general, por detrás de dos finlandeses de categoría M35, y campeón del mundo en categoría M40.
Su padre le convenció de que había tiempo para regresar a casa, de que descansara y tomase la decisión al día siguiente “el sábado estaba mucho mejor, las piernas parecían que volvían a estar en forma y de hecho, salí a trotar por la ciudad.”
La recuperación fue asombrosa y a las 10 de la mañana del domingo ya estaba en la línea de salida del Medio Maratón, con la ventaja con respecto a muchos de sus rivales de conocer el circuito, pero también con el hándicap del desgaste del viernes.
Tras el pistoletazo de salida no se lo pensó y se puso en el grupo de cabeza donde menos él, todos eran de categoría M35 “vi que el ritmo de entre 3:08 y 3:10 que llevaban era cómodo para mí y me quedé con ellos.” El circuito era el mismo que el del viernes anterior, al que debían de dar un poco más de dos vueltas “en la segunda vuelta no veía a nadie detrás de mí y decidí no volver a sufrir como el viernes. Bajé el ritmo y me dediqué a disfrutar.” A esas alturas Ferrer ya se sabía ganador de su categoría y lo menos importante era una marca imposible en un circuito de esas características.
El logroñés cruzaba la meta en quinto lugar de la general, pero primero de su categoría, consiguiendo el doblete en el mundial. Sin tiempo para subirse al podio, padre e hijo regresaban a España con dos oros de un mundial de atletismo Master y una de sus mayores felicidades “la medalla de oro de la media maratón me la enviarán por correo.”
El teléfono no para de sonar durante la entrevista “así llevo desde ayer. No he parado de contestar al WhatsApp. Instagram lo tengo ‘petado’ de mensajes que no me da la vida para contestar. Twitter ni lo he abierto. Es increíble la cantidad de felicitaciones y de muestras de cariño que estoy recibiendo. Todavía sigo en una nube.” Y es que Miguel Ferrer se ha ganado el cariño, el respeto y la admiración de miles de atletas y corredores populares que le siguen a través de redes sociales y que lo tienen como un referente para intentar conseguir el sueño que él ha logrado esta temporada: ser el corredor de 10k y de Medio Maratón más rápido de Europa y del mundo, en su categoría de edad.