Diego Ibáñez, del circuito de motociclismo a la pista de atletismo
Diego Ibáñez cambió el mono y el casco de la moto por una camiseta de tirantes, un pantalón corto y unas zapatillas de correr tras un accidente en una carrera de motos.
Cuando Diego Ibáñez despertó de la operación tras la caída sufrida en una carrera de motociclismo en el circuito de Cheste, el médico le anunció que perdería movilidad en su pie izquierdo y tendría algunos problemas para caminar “sobre todo, no podrás correr” le advirtió el traumatólogo. “Tranquilo -le respondió Diego- no he corrido en 40 años y no tengo ninguna intención de hacerlo ahora”. El paso del tiempo les quitaría la razón a ambos.
Ese accidente en Cheste, sufrido el día de su cumpleaños de 2010, se llevó por delante la tibia, el peroné y los dos maléolos de la pierna izquierda. La recomposición de semejante desaguisado no estuvo además exento de problemas, ya que la piel de esa pierna comenzó a engangrenarse y tuvo que pasar un mes curándose antes de ser intervenido quirúrgicamente en Zaragoza.
Después de siete meses de baja, y ya recuperado del accidente, Diego volvió a la competición de motos para aficionados, sin embargo, la ampliación de su empresa hizo replantearse el regreso a las carreras por los riesgos que conlleva: otra larga baja acabaría con su negocio. Así que cambió las dos ruedas con motor por unas con pedales.
Al cabo de un año de comprar la bicicleta, se inscribió a la primera edición del Duatlón Cros «Mancomunidad de los pueblos de Moncalvillo». En aquel duatlón Diego sufrió mucho en los 5 kilómetros de carrera a pie, “yo no pensaba que se podía sufrir tanto para hacer 5 kilómetros”. Sin embargo, aquella primera experiencia con el mundo del running lejos de amilanarle, le motivó a entrenar y presentarse, ocho meses después, en la media maratón de Zaragoza. Cruzó la meta de la capital aragonesa en 1 hora y 37 minutos. A los 15 días repitió experiencia en la media de La Rioja, rebajando el tiempo en 4 minutos. Un año más tarde, en 2015, completó su primer maratón. Sin tiempo para descansar, 4 meses después de este maratón, hizo su primer medio Ironman.
Poco a poco fue abandonando la bicicleta para, en 2016, enfocar sus entrenamientos en la carrera a pie. Sin embargo, asegura que su objetivo es hacer un Ironman, “pero ahora no tengo el tiempo que me gustaría para entrenarlo al cien por cien”.
Diego Ibáñez dedica el mayor tiempo del día a su empresa de metalistería y a su familia. A este logroñés de 45 años el tiempo libre se le queda corto para la cantidad de hobbies deportivos que practica: ciclismo, buceo, esquí y ahora, sobre todo, atletismo.
Diego es un enamorado de los retos extremos, dándolo todo en cada uno de ellos en busca del límite. En 2017 se propuso dar un paso más en la búsqueda de sus límites y se inscribió a los 101 km de Ronda, utilizando un mes antes las tres etapas de La Rioja Ultra Trail como preparación. Como era de esperar, Diego lo dio todo en los 101 exigentes kilómetros de Ronda, cruzando la meta con un tiempo de 12 horas y 45 minutos.
Aunque es un apasionado de la montaña y del trail, el asfalto le resulta más competitivo y menos lesivo y desde 2018 se ha centrado exclusivamente en las carreras en ruta y de cross. En este sentido, se ha marcado como objetivo completar para 2022 los ‘Six Majors’, de los cuales ya ha corrido Berlín, Chicago y Nueva York.
En 2017 decidió dar el salto al atletismo federado, fichando con el Añares Rioja con la intención de “tomármelo más en serio y luchar todavía más con el crono”. Sin embargo, la relación que tiene con la pista de atletismo es de amor odio “cada vez que compito en la pista me lesiono. Es un problema que tengo que no sé cómo lo voy a enfocar. Los clavos me revientan. Así que al final tengo el mismo problema que en la montaña.”
En las pruebas de cross reconoce que sufre mucho tanto física como psicológicamente, ya que “no obtengo los resultados que esperaría y eso luego anímicamente me cuesta remontar de cara a la preparación del resto de pruebas”.
Los próximo objetivos de Diego para este año se centran en larga distancia “El primero es el Campeonato de España master de Maratón aquí en Logroño, intentando hacer marca personal. Después quiero hacer podio en Sevilla, en el Rocío”.
Diego Ibáñez dejó las motos por culpa de un accidente justo cuando consiguió los tiempos para poder participar en el Campeonato de España de motociclismo para aficionados. Este accidente le dejó con un 45% de movilidad en su pie izquierdo y una cojera que hacía pensar que le impediría correr. Hoy en día, cerca de 9 años después del accidente, sus mejores marcas en carreras de fondo son en 10K 37’18”; en medio maratón 1h22’42”; y en maratón 2h59’25”.
Su nivel de superación fue lo que hizo que la lesión del pié no fuera la causa para dejar el deporte…desde el primer día hizo ejercicios para volver a tener la movilidad necesaria, y vaya si lo consiguió!! De decirnos que se quedaría cojo a correr,esquiar..y más cosas porque no tiene tiempo!Un auténtico campeón!👏👏
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Muchas gracias Cariño 😘
Un monstruo (feo) tanto como persona como deportista.
Es un placer compartir horas de entrenamiento y cervezas.
Siempre en mi equipo🤪